jueves, 13 de agosto de 2015

La erupción del volcán


Baga ya la habia visto, una gran placa roja con letras antiguas grabadas en ella. Reconocía el alfabeto era antiguo, el Inkalin, el alfabeto maldito de los hechiceros antiguos.

-          no se que dice esa placa y no quiero saberlo
-          Yo entiendo una parte, es un poderoso conjuro arcano, uno como no te imaginas.
-          Si eso parece ser
-          Pero tú entiendes un poco más de Inkalin, que yo, se que podrías descifrarlo completamente y el conjuro seria tuyo.
-          Esto no me huele bien Belek…
-          ¡Vamos! son tonterías de nuestro maestro amigo, en verdad. El solo tiene miedo de que alguno de los dos se vuelva muy poderoso. Por eso no nos deja acercar.
-          No estoy seguro de que esas sean sus razones.
-          A veces hay que tomar riesgos para obtener un mayor poder. ¡Léelo!

Baga no sabia que hacer. Quería su amigo y entendía que quería tener un detalle con el. Temía a su maestro, pero en el fondo también quería aprender un poderoso conjuro, la ambición se estaba apoderando de su corazón. ¿Por qué no? ¿Por qué no poder tener el poder máximo? Después de todo el no lo utilizaría para el mal, no, eso no.

-          Esta bien Belek, muchas gracias
-          ¡me alegro que te halla gustado!

Ambos se abrazaron.

-          Bien lo leeré

Baga leyó el conjuro, a pesar de que entendía el significado de las palabras, se le seguía haciendo algo enigmático, algo inconmensurable. Las letras hablaban de un conjuro que podía hacer explotar un volcán en cualquier lugar. Como si el fuego de la tierra saliera en enormes proporciones para destruir, para servir al objeto aniquilador. Entonces tuvo un poco de miedo. Aquel conjuro era demasiado poderoso, pero era imposible que pudiera sacárselo de la cabeza ya, además Belek le presiono para que lo anotara en su libro de conjuros.

-          Bien, ahora practiquemos, ¡haslo!
-          No se si sea buena idea
-          ¿Qué puede pasar?, solo será algunos ladrillos chamuscados, sabes muy bien que las paredes y el techo de la torre están hechos para resistir altas temperaturas, estaremos bien
-          Bueno…supongo que no estaría mal ¿no?
-          Por supuesto!

Baga sintió esa extraña ambición de poder que recorría su cuerpo, ¿y por que no? ¿Por qué restringirse? Después de todo el y el fuego eran uno, poder llegar a un nivel de destrucción máximo.Un fuego que le permitiera imponerse, ser el mejor. Así que se preparo, dijo las palabras del conjuro, sintió como las llamas le recorrían su cuerpo como se calentaba, como el devenir destructivo se apoderaba de su ser. Fuego, elemento purificador, allí estaba, era la fuerza del volcán. De repente Baga sintió que el fuego también invadía su mente y esta se llenaba de una terrible ira. ¿Qué pasaba? ¿Qué significaba esto? No podía controlar sus emociones, toda la razón se perdía y lo instintivo aparecía como fuerza mayor. Entonces lo vio, allí, a su hermano Belek, como un simple competidor, como un rival. No era su hermano, era otro león dispuesto a quitarle su hembra.

La furia del volcán se apodero de su ser, tenia que destruirlo, tenia que matarlo. Sus ojos se volvieron rojos. Convoco aquellas terribles palabras. Entonces la tierra se abrió y vomitó fuego. Belek no alcanzo a darse cuenta de que pasaba una inmensa explosión, una llamarada salida de la tierra lo rodeo. El fuego no dejo nada, la lava, la tierra se había tragado a Belek para siempre. Demasiado tarde se dio cuenta Baga de lo que había hecho mientras Belek emitía un fuerte grito y las llamas lo consumían todo.

Cuando tomo conciencia Baga enloqueció, grito desesperado, había matado a su mejor amigo. Su maestro sabia lo incontrolable que era ese poder, era un poder poderoso y maldito. ¡BEEEEELLLLEEEEK! Grito desesperado. Era maldito, ¿Qué había hecho? ¡había matado a su mejor amigo! ¿A dónde iría ahora? ¿Con que cara miraría a Dalia? ¿Qué le diría a su maestro? Todo había sucedido tan rápido, todo era tan extraño. Empezó a caminar como un zombie por la torre de fuego, sin saber que hacer, como reaccionar, hacia donde ir.

Los demás estudiantes lo miraban extrañado, como si fuera un cadáver andante, algunos empezaron a rumorear entre ellos. Pero Baga estaba lejos, sufría por dentro terriblemente, lloraba, ¿Qué había hecho? Su amigo, su mejor amigo…muerto…por sus propias manos. Salio de la torre y camino por el desierto. No sabía hacia donde se dirigía. Ese día hacia un calor terrible. El sol parecía querer castigarle con fuerza por su crimen. Devastado cayo en medio de la arena, no le importaba que le pasase, solo quería morir.

No lo entendía, ¿Por qué?, el no seria capaz de lastimar a su mejor amigo, que era aquel terrible poder que le había perdido. Maldijo la tierra y al fuego del que se alimentaba su magia. Maldijo su existencia. Deseo ser solo carne de rapiña, de cuervos y gallinazos listos para comer. Así, estuvo un buen rato tirado en la arena, esperando el fin inevitable. Pasaron horas y horas y la agonía parecía nunca llegar a su final. Pero los hilos de la vida y del mundo son en verdad extraños, y alguien se le acerco y le dio un poco de agua. Baga no fue capaz de mirarle la cara en un primer momento.

-          Dejadme aquí, todo lo que me resta es morir
-          Entonces me temo- dijo aquel hombre cuya voz le era conocida- habrás tomado la resolución más cobarde para lo que has hecho

Baga lo miro, ¡era su maestro Brugielth!, pensaba que le mataría. Pero la mirada de su maestro no era de ira o reprobación. Era de una lastima, de una compasión infinita. Y lamento que tuviera esa mirada, hubiera preferido que lo mirara con rabia. Pero aquella mirada lastimosa lo atormentaba, lo hacia sentir pequeño y desgraciado.

-          Maestro…yo no quería…
-          Lo se.

Baga entonces sintió que su castigo recién empezaba. Su maestro no tenia que decir nada. Las palabras sobraban en aquel momento. Todo estaba claro. El mismo debería buscar su redención. El mismo debería viajar y encontrar la forma de pagar lo que había hecho. El exilio seria su castigo. Solo volvería cuando considerara que había pagado su crimen. Aprendería, conseguiría amigos y usaría su conocimiento para el bien. Juro sobre su sangre no volver a traicionar a un amigo y con base a eso se hizo un pequeño símbolo con fuego en el hombro ante la mirada indiferente de su maestro. Seria el símbolo de su juramento. Era momento de partir.

-          Yo…voy a extrañarle maestro…
-          No…no gastes energía. Ya sabes lo que tienes que hacer.

Baga se paro, asintió. No hubo abrazos, no hubo más gestos. Sobraban. Ya habia demasiado dolor. Y asi fue como empezo su viaje, un viaje que le llevaría a encontrarse con preciados amigos y a vivir una de las aventuras más grandes de su vida.

+++++++++++++++++

-          Baga…- dijo Dalia- ambos hemos sido unos estupidos
-          Un poco tal vez
-          Aun asi no puedo perdonarte…
-          No pido tu perdón.  Pido que pares esta locura.
-          No. Te equivocas. Lo que no perdono es que me hallas dejado sola

Baga se quedo mudo y absorto ante dicha confesión, el animo de Dalia se alzo y pronto nubarrones de agua y cascadas se empezaron a alzar a su alrededor.

-          ¡ME MENTISTE Y ME ABANDONASTE! ¡ME DEJASTE SOLA!
-          Yo no podía…no podía darte la cara luego de lo que paso…solo merecía tu desprecio…aún lo merezco


Continuara...