jueves, 13 de agosto de 2015

La erupción del volcán


Baga ya la habia visto, una gran placa roja con letras antiguas grabadas en ella. Reconocía el alfabeto era antiguo, el Inkalin, el alfabeto maldito de los hechiceros antiguos.

-          no se que dice esa placa y no quiero saberlo
-          Yo entiendo una parte, es un poderoso conjuro arcano, uno como no te imaginas.
-          Si eso parece ser
-          Pero tú entiendes un poco más de Inkalin, que yo, se que podrías descifrarlo completamente y el conjuro seria tuyo.
-          Esto no me huele bien Belek…
-          ¡Vamos! son tonterías de nuestro maestro amigo, en verdad. El solo tiene miedo de que alguno de los dos se vuelva muy poderoso. Por eso no nos deja acercar.
-          No estoy seguro de que esas sean sus razones.
-          A veces hay que tomar riesgos para obtener un mayor poder. ¡Léelo!

Baga no sabia que hacer. Quería su amigo y entendía que quería tener un detalle con el. Temía a su maestro, pero en el fondo también quería aprender un poderoso conjuro, la ambición se estaba apoderando de su corazón. ¿Por qué no? ¿Por qué no poder tener el poder máximo? Después de todo el no lo utilizaría para el mal, no, eso no.

-          Esta bien Belek, muchas gracias
-          ¡me alegro que te halla gustado!

Ambos se abrazaron.

-          Bien lo leeré

Baga leyó el conjuro, a pesar de que entendía el significado de las palabras, se le seguía haciendo algo enigmático, algo inconmensurable. Las letras hablaban de un conjuro que podía hacer explotar un volcán en cualquier lugar. Como si el fuego de la tierra saliera en enormes proporciones para destruir, para servir al objeto aniquilador. Entonces tuvo un poco de miedo. Aquel conjuro era demasiado poderoso, pero era imposible que pudiera sacárselo de la cabeza ya, además Belek le presiono para que lo anotara en su libro de conjuros.

-          Bien, ahora practiquemos, ¡haslo!
-          No se si sea buena idea
-          ¿Qué puede pasar?, solo será algunos ladrillos chamuscados, sabes muy bien que las paredes y el techo de la torre están hechos para resistir altas temperaturas, estaremos bien
-          Bueno…supongo que no estaría mal ¿no?
-          Por supuesto!

Baga sintió esa extraña ambición de poder que recorría su cuerpo, ¿y por que no? ¿Por qué restringirse? Después de todo el y el fuego eran uno, poder llegar a un nivel de destrucción máximo.Un fuego que le permitiera imponerse, ser el mejor. Así que se preparo, dijo las palabras del conjuro, sintió como las llamas le recorrían su cuerpo como se calentaba, como el devenir destructivo se apoderaba de su ser. Fuego, elemento purificador, allí estaba, era la fuerza del volcán. De repente Baga sintió que el fuego también invadía su mente y esta se llenaba de una terrible ira. ¿Qué pasaba? ¿Qué significaba esto? No podía controlar sus emociones, toda la razón se perdía y lo instintivo aparecía como fuerza mayor. Entonces lo vio, allí, a su hermano Belek, como un simple competidor, como un rival. No era su hermano, era otro león dispuesto a quitarle su hembra.

La furia del volcán se apodero de su ser, tenia que destruirlo, tenia que matarlo. Sus ojos se volvieron rojos. Convoco aquellas terribles palabras. Entonces la tierra se abrió y vomitó fuego. Belek no alcanzo a darse cuenta de que pasaba una inmensa explosión, una llamarada salida de la tierra lo rodeo. El fuego no dejo nada, la lava, la tierra se había tragado a Belek para siempre. Demasiado tarde se dio cuenta Baga de lo que había hecho mientras Belek emitía un fuerte grito y las llamas lo consumían todo.

Cuando tomo conciencia Baga enloqueció, grito desesperado, había matado a su mejor amigo. Su maestro sabia lo incontrolable que era ese poder, era un poder poderoso y maldito. ¡BEEEEELLLLEEEEK! Grito desesperado. Era maldito, ¿Qué había hecho? ¡había matado a su mejor amigo! ¿A dónde iría ahora? ¿Con que cara miraría a Dalia? ¿Qué le diría a su maestro? Todo había sucedido tan rápido, todo era tan extraño. Empezó a caminar como un zombie por la torre de fuego, sin saber que hacer, como reaccionar, hacia donde ir.

Los demás estudiantes lo miraban extrañado, como si fuera un cadáver andante, algunos empezaron a rumorear entre ellos. Pero Baga estaba lejos, sufría por dentro terriblemente, lloraba, ¿Qué había hecho? Su amigo, su mejor amigo…muerto…por sus propias manos. Salio de la torre y camino por el desierto. No sabía hacia donde se dirigía. Ese día hacia un calor terrible. El sol parecía querer castigarle con fuerza por su crimen. Devastado cayo en medio de la arena, no le importaba que le pasase, solo quería morir.

No lo entendía, ¿Por qué?, el no seria capaz de lastimar a su mejor amigo, que era aquel terrible poder que le había perdido. Maldijo la tierra y al fuego del que se alimentaba su magia. Maldijo su existencia. Deseo ser solo carne de rapiña, de cuervos y gallinazos listos para comer. Así, estuvo un buen rato tirado en la arena, esperando el fin inevitable. Pasaron horas y horas y la agonía parecía nunca llegar a su final. Pero los hilos de la vida y del mundo son en verdad extraños, y alguien se le acerco y le dio un poco de agua. Baga no fue capaz de mirarle la cara en un primer momento.

-          Dejadme aquí, todo lo que me resta es morir
-          Entonces me temo- dijo aquel hombre cuya voz le era conocida- habrás tomado la resolución más cobarde para lo que has hecho

Baga lo miro, ¡era su maestro Brugielth!, pensaba que le mataría. Pero la mirada de su maestro no era de ira o reprobación. Era de una lastima, de una compasión infinita. Y lamento que tuviera esa mirada, hubiera preferido que lo mirara con rabia. Pero aquella mirada lastimosa lo atormentaba, lo hacia sentir pequeño y desgraciado.

-          Maestro…yo no quería…
-          Lo se.

Baga entonces sintió que su castigo recién empezaba. Su maestro no tenia que decir nada. Las palabras sobraban en aquel momento. Todo estaba claro. El mismo debería buscar su redención. El mismo debería viajar y encontrar la forma de pagar lo que había hecho. El exilio seria su castigo. Solo volvería cuando considerara que había pagado su crimen. Aprendería, conseguiría amigos y usaría su conocimiento para el bien. Juro sobre su sangre no volver a traicionar a un amigo y con base a eso se hizo un pequeño símbolo con fuego en el hombro ante la mirada indiferente de su maestro. Seria el símbolo de su juramento. Era momento de partir.

-          Yo…voy a extrañarle maestro…
-          No…no gastes energía. Ya sabes lo que tienes que hacer.

Baga se paro, asintió. No hubo abrazos, no hubo más gestos. Sobraban. Ya habia demasiado dolor. Y asi fue como empezo su viaje, un viaje que le llevaría a encontrarse con preciados amigos y a vivir una de las aventuras más grandes de su vida.

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-          Baga…- dijo Dalia- ambos hemos sido unos estupidos
-          Un poco tal vez
-          Aun asi no puedo perdonarte…
-          No pido tu perdón.  Pido que pares esta locura.
-          No. Te equivocas. Lo que no perdono es que me hallas dejado sola

Baga se quedo mudo y absorto ante dicha confesión, el animo de Dalia se alzo y pronto nubarrones de agua y cascadas se empezaron a alzar a su alrededor.

-          ¡ME MENTISTE Y ME ABANDONASTE! ¡ME DEJASTE SOLA!
-          Yo no podía…no podía darte la cara luego de lo que paso…solo merecía tu desprecio…aún lo merezco


Continuara...

jueves, 30 de abril de 2015

Fuego y Baile




Pasaron muchos años luego de lo que paso en la caverna, Belek y Baga se educaron como los mejores de su clase y eran el orgullo del maestro Brugielth. Baga solia tener mas amigos que Belek, pero al que más quería era a Belek, eran inseparables y en la aldea eran bien apreciados. El entrenamiento con el maestro iba muy bien, los dos demostraban que podían ser poderosos hechiceros y el maestro estaba orgulloso. Solo una prohibición tenían sus alumnos, una oscura habitación en el sotano de la torre de fuego tenían vetados su paso, nadie debía entrar ahí, so pena de muerte en el fuego eterno. Era una terrible advertencia suficiente para asustar a cualquiera

Por esos dias llego una chica nueva a la aldea, dijo que quería formarse en los oscuros conocimientos del fuego y volverse una poderosa hechicera. Esa mujer se llamaba Dalia, era hermosa e inmediatamente muchos jóvenes del pueblo quedaron prendados de ella, empezaron a prestarle toda clase de atenciones pero Dalia a ninguno prestaba atención. Solia decir a otras mujeres que no estaba interesada en compartir una vida junto a ningún hombre y que quería dedicarse al arte de la magia.

Aceptada en la escuela de magia por el mismo Brugielth, Dalia pronto demostró ser una revelación con sus talentos y pronto también enamoro a los dos discípulos de Brugielth. Los dos se hicieron buenos amigos de la hechicera y empezaron a compartir cosas juntos. Dalia los apreciaba a ambos por su amistad leal e imperecedera, las contaba de sus problemas y salía a caminar con ellos por el desierto. Conscientes de su sentimiento, Baga y Belek hicieron un pacto, el primero que conquistara a Dalia se quedaría con ella y el otro debería respetarlo. Un dia hubo una fiesta en el desierto, una fiesta tradicional del pueblo en que se prendían varios pequeños faroles y se iluminaba todo el lugar. La fiesta se hacia cerca al oasis que proveía de agua a todo el pueblo y que era uno de los bienes mas cuidados del lugar.

Ambos hechiceros invitaron a bailar a Dalia, el primero en hacerlo fue Belek quien demostró unos amplios dotes de baile, Dalia bailaba feliz con el y no pudo dejar de sentir cierto encanto por él. Sus movimientos eran frescos, desenvueltos y animados. Al final del baile Belek ofrecio llevarla a un lugar a hablar en privado. Pero justo en ese momento fueron interrumpidos por Baga quien pidió, muy amablemente, que se le permitiera bailar con la dama. Dalia parecía querer intentarlo. Belek gruño, pero acepto. Al final Dalia iria con el que mejor bailase, de eso no quedaba duda alguna. Una nueva canción más animada empezo a tocar la orquesta del pueblo. Baga sonrio e le hizo un gesto de invitación a la hechicera con la mano.

Pronto el baile empezo y Dalia se dio cuenta que aquel hombre realmente era como una llama, ardia y se movia, crepitando en el espacio, libre, desafiante. Nunca habia sentido ese calor y esa energía. Su baile era animado, alegre, pero la palabra que mejor lo describia era ardiente. Le encantaba como bailaba, era todo un maestro y no pudo evitar que su admiración y atracción por Baga aumentara enormemente. En el banco, Belek miraba con un poco de envidia y rabia como su amigo seducia tan galantemente a Dalia y no pudo menos que sentirse frustrado y aturdido. Aun asi, callo sus emociones encontradas y simplemente se limito a aplaudir el baile de su amigo.

Los ojos de Dalia se tornaban más hacia Baga, que hacia Belek la victoria era obvia. Baga luego del baile pudo establecer un momento a solas con Dalia, allí, aprovecho, le toco una canción con su guitarra y le dijo cuando la quería. Dalia, quien hasta el momento habia dicho no a todo hombre del pueblo, cayo rendida ante la galantería, buenos modales y excelente humor de Baga. Ambos se besaron y entonces hubo pasión, una fuerte y efervescente pasión. Baga deseo que aquel momento se inmortalizara y que nunca fuera se redujera a cenizas, que las llamas ardieran por siempre.

Asi, ambos establecieron una relación entre ambos y se hicieron novios. Pasaron varios meses juntos, mirando la luna en el desierto, jugando, bailando al compas de una buena fogata. Ambos eran felices y hacían toda clase de planes para compartir un futuro juntos, se sentían invencible, al ser los dos magos sentían que no habría poder en la tierra que pudiera detenerles, que el fuego que agitaba sus corazones ardería por siempre. Mientras esto pasaba, a pesar del juramento, la amistad de Belek y Baga se dañaba, los celos, la envidia empezaron a llenar a Belek. Baga intentaba integrarlo con su novia y Dalia le quería como un amigo especial, pero Belek se sentía aburrido, angustiado, como un estorbo más, ya no era lo mismo.

Pasaron varios meses de relación, un buen dia estallo una discusión por una tontería entre los dos amigos, por un encargo que les habia hecho el maestro Brugielth y Belek no aguanto más y le grito de todo a Baga, lo trato de despreciable, de mal amigo, de falso. Baga quedo atonido ante los insultos del que creía su mejor amigo, su respuesta fue un fatídico silencio e irse del lugar. Belek furioso le grito mientras se iba que era un cobarde. Baga le respondio que preferia ser un cobarde, a proferir palabras de odio contra el que siempre habia considerado su mejor amigo y se retiro.

Pasaron varios meses sin hablar, Dalia intentaba reconciliarlos pero ambos tenían demasiado tocado su orgullo y ninguno se dignaba a hablarle al otro. Pero ambos sufrían por no tener al otro. Un dia Dalia cito a Belek frente al oasis y alla le conto como su amigo Baga sufria por la perdida de su amistad, le conto como siempre Baga se referia a el como su hermano del fuego y como a su vez se sentía incompleto al no poder tenerlo cerca en sus afectos. Belek se sintió triste y se arrepintió de las palabras que habia dicho a su amigo, no pudo evitar que algunas lagrimas salieran de sus ojos, prometio a Dalia que se reconciliaría con Baga y que le daría el mejor regalo que un amigo le podía dar a otro. Dalia pregunto por curiosidad que era. Pero Belek dijo que no, que era una sorpresa y que en su momento Baga le contaria.

Asi fue que Belek cito a su amigo, en el sotando de la alta torre de fuego de hechicería. Baga acudió puntualmente. Al principio hubo un silencio incomodo, aquel silencio que se da entre dos personas que tienen una vieja herida aun que curar. Entonces Belek sabia que debía ser el primero en hablar.

-          ¿Te acuerdas de aquel dia Baga? Aquel dia en la caverna…en que creíamos que todo terminaría
-          Si, me acuerdo muy bien- dijo Baga
-          Entonces solo juntos pudimos afrontarlo, solo juntos pudimos sobrevivir
-          Asi es
-          Hemos pasado por mucho juntos, nuestras cabezas, nuestra llama, siempre fue mas fuerte cuando estuvimos juntos, un fuego que podría hacer que el mismo mundo se desintegrara en cenizas. Una ígnea pasión.
-          Si- dijo Baga recordando- a veces sentía como si nos leyéramos los pensamientos, somos hermanos, hermanos del fuego.
-          Entonces hoy, quiero disculparme contigo por lo que paso con Dalia.
-          Pues…
-          ¡Ya sabia yo que lo habia arruinado para siempre!- dijo Belek triste

Baga lo miro fijamente, como examinándole. Belek bajo la mirada y parecía triste y abrumado. Baga aun se sentía un poco ofendido en su orgullo. Pero siempre habia sabido anteponer lo realmente importante. Entonces Baga estallo en carcajadas.

-          ¡Que tonto que eres Belek! Por supuesto que te perdono
-          ¿asi?
-          Venga aca

Ambos amigos se abrazaron y se sintieron de nuevo bien juntos. Belek entonces hablo:

-          En verdad hemos pasado por muchas terribles situaciones y hoy quiero amigo reiterar y reafirmar mi amistad.
-          No creo que sea necesario…
-          Oh si que lo será! Tengo un gran regalo para ti
-          ¿De que hablas? No entiendo
-          ¡Vamos! Cierra los ojos

Baga cerro entonces los ojos.

-          Eeeehh cualquiera podría malinterpretar esto- dijo baga en tono de broma
-          Jajaja creeme si tuviera malas intenciones te quemaría y te dejaría en cenizas con solo resoplar, sin necesidad de este artificio
-          Ja! Pero que petulante
-          Bien estamos cerca prepárate

Baga no abrió los ojos, permaneció a la espera, ¿Qué regalo podía ser tan especial para que su amigo se lo ocultara de esa manera? Debía ser maravilloso

-          Bien, abre los ojos
-          Esto es…esto es…
-          Puedes decirlo tranquilamente
-          ¡Esto es una locura!

Baga miro a su alrededor, estaba en la habitación prohibida. Lo sabia, miro hacia atrás, la puerta estaba entreabierta, donde su maestro se enterara serian carne de cañon

-          Estas loco, nos matará, ¿lo sabes o no? Vámonos de aquí, estamos pisando terreno sagrado.
-          Tonterias amigo, nada de terreno sagrado. He hecho algunas investigaciones…y he descubierto cosas asombrosas, cosas que te aterrorizarían o que te llenarían de una fuerte ambicion.
-          Belek…esto no esta bien…

-          Relajate ya explore la habitación, no hay un dragon o algo prisionero, en realidad solo hay esa placa

Continuara....

domingo, 12 de abril de 2015

Ervelin Vs Mawilin



Mawilin miro a aquel hombre que se atrevia a interrumpir que tuviera a la princesa elfa. Su mirada firme, su porte, denotaban mucho poder, el conocía esos ojos, los habia visto antes, ¿Dónde era? ¿Quién era el que tenía esa misma mirada? No podía recordarlo ahora. Pero ahora, tenía temor. No obstante intento sacar esos pensamientos de su mente, el era un gran general valhaldiano, el otro un pobre hechicero de segunda. El otro mago permanecia de pie, mirándolo desafiante y apuntándole con el cayado. Pff, solo podía ser un pobre idiota con ganas de interpretar el papel del héroe.

-          ¡Perdona la tardanza mi princesa!- dijo Ervelin- el mundo da extrañas vueltas…pero he vuelto, para protegerte, para no dejar que tu sonrisa se desgaste en el viento de la guerra…
-          Ervelin….
-          Que tierno- dijo burlon Mawilin- no se preocupen, pronto ambos se harán compañía en la tumba. ¿Qué puede hacer un mago de segunda como tu? Quien quiera que seas…
-          Mi nombre es Ervelin y te conozco muy bien Mawilin, pero tal vez no me recuerdes…una vez nos vimos hace tiempo ya, en dias en que los escarabajos salazarianos aun subían por las cortezas de los arboles…
-          Pues no te recuerdo…para mi, solo eres un humano más. Parte de la misma podredumbre y por la misma razón, aquí moriras.
-          Claro, entonces enseñame, indicame el camino en el que culmina cada uno de mis sueños malditos…

Ervelin alzo su cayado y pronuncio unas palabras

-          ¡Corpus Levitatium!

Entonces Mawilin abrió los ojos, Etheniel tampoco creía lo que veía. ¡Ervelin estaba volando! O levitando.

-          ¡Estupido e insensato! Yo Mawilin he destruido reyes, secuestrado princesas, quien eres tu para desafiarme
-          ¿Yo? Solo soy un pobre y tonto mago, ¿es lo que dices no?, pero basta de charla, que nuestras palabras demuestren quien es el mejor de los dos.

El mago se dirigio a toda velocidad contra Mawilin, agarrándolo por sorpresa, prendio una llamarada negra en su mano. Mawilin intento hacer una barrera mágica, pero Ervelin la atravezo como si nada.

-          ¡QUE!
-          ¡Ops tenebricosus!

Mawilin recibió todo el golpe de la energía oscura y escupio sangre de dolor, sintió como si todo su cuerpo se revolviera y se sacudiera, como si cada fragmento de su ser se rompiera en pedazos y tronara como un fuego devorador. ¿Qué significa esto? El no era un mago cualquiera no podía serlo.

-          Muy bien, me he confiado. No volverá a pasar- dijo Mawilin- prepárate por que yo también luchare con todas mis fuerzas. ¡Corpus Levitatum!

Mawilin también se elevo por los aires, conocía el mismo conjuro que Ervelin habia utilizado y no dudo en usarlo. Saco su katana y se dirigio a atacar a su oponente, que bloqueo ágilmente con su cayado. De nuevo intento varios ataques, pero estos eran esquivados por un agil Ervelin.

Ervelin contratacaba lanzando unas pequeñas bolas de energía que Mawilin esquivaba.

-          ¡Creo Electrom!- grito Mawilin y le lanzo un rayo que impacto contra Ervelin e hizo que este se revolcara. Ervelin grito del dolor- no eres tan bueno
-          ¿sabes Mawilin?, has escuchado del principio de absorción y empatía, recuerdas tus primeras clases de magia…
-          ¿Qué demonios? No estaras pensando en…NO

Ervelin le lanzo de nuevo el rayo que Mawilin le habia lanzado triplicado. Mawilin maldijo y lanzo una enorme barrera mágica. La barrera quedo destruida, se habia salvado por poco. Sudo. Se sintió humillado y aborrecio a aquel sujeto de cabellos blancos.

-          Hijo de…
-          Vamos- dijo Ervelin retando y sacando la mano- se que quieres un poco de mi, ven por mi, Mawilin, ¿no eres acaso el gran general valhaldiano?

Mawilin se fue con toda, prendio su katana en llamas y se dirigio contra Ervelin. Pero el mago activo a tiempo un conjuro que le rodeo de ocho enormes rocas, era una especie de barrera giratoria. Mawillin choco contra una de las rocas, golpeándose fuertemente, luego Ervelin le pego con su cayado fuertemente en la cabeza, el poderoso hechicero cayo adolorido al suelo.

Mawilin se levanto rápidamente y actuo inmediatamente

-          ¡Creo ingem!

Y lanzo una gigantesca bola de fuego contra Ervelin. Este no se movio de donde estaba.

-          ¡Ervelin!- grito Etheniel preocupada

Una enorme humarada se levanto en el cielo en el lugar donde estaba el mago. Etheniel sintió como si algo por dentro se comprimiera. Espero con ansia a que el viento disipara el humo. No se veía humo. No habia rastros de vida tras aquella enorme nube roja. “No, no debes morir ahora Ervelin. Debes vivir, debes estar a mi lado como lo prometiste”.

La humareda se disipo y entonces, allí, en lo alto, estaba Ervelin sin un rasguño. Su túnica superior habia sido quemada quedando su torso al descubierto. De resto no habia signos de heridas. Solo algunas manchas negras en la piel. Pero Ervelin miraba a Mawilin desafiante, sus ojos no habian cambiado, su barrera de rocas también seguía intacta.

-          ¡Imposible!- dijo Mawilin eso era una bola de fuego teledirigida.
-          Mawilin…- dijo Ervelin mirándolo triste- No importa lo que hagas, no importa que sacudas los mismos pilares de la tierra, todos somos parte del mismo sueño, del mismo devenir. Puede que destruyas mi cuerpo físico, pero yo seguire deviniendo, como un rio que fluye y fluye sin parar…
-          Nooo…
-          Ahora es mi turno

Ervelin desaparecio y apareció detrás de Mawilin, su cayado se convirtió en una fina espada de fuego, ataco al hechicero que alcanzo a reaccionar y bloquear con su katana. Empezo un duelo de espadas. Ambos chocaban de un lado a otro. Ervelin pronuncio unas palabras en tono bajo. Pero Mawilin era mucho mas hábil con su katana. Aun incluso con la barrera de Ervelin, el mago parecía perder ante el general valhaldiano. Con un fuerte golpe Mawilin mando la espada de Ervelin lejos.

-          Podras ser un mago muy poderoso, pero jamas podras ganarme en el uso de la espada. Novato.
-          Es verdad, me temo, acepto mi error…
-          Ehh…demasiado tarde, ¡MUERE!

Mawilin clavo su espada en el cuerpo de Ervelin. Etheniel quien observaba la pelea casi se desmaya. Pero extrañamente no salía sangre.

-          ¡¿Qué?!, no lo comprendo

El cuerpo de Ervelin se habia vuelto de piedra

-          Petro corpus, mi estimado amigo.
-          ¿Qué quieres decir?- dijo Mawilin asustado
-          ¿En verdad crees que no se que soy débil con la espada? ¿tan idiota me crees?

Entonces Mawilin comprendio, el mago le habia tendido una trampa. Ervelin cogio la katana que se habia roto en dos. El arma del Mawilin se habia vuelto inútil. Asi Ervelin se habia desecho de lo único que le podía hacer mayor daño.

-          Bien ahora pelearemos como debe ser, solo con nuestros poderes
-          No necesito mas para acabar contigo maldito bastardo- rugio Mawilin
-          Eso quiero verlo…

Ervelin sonrio. Mawilin le lanzo un rayo que Ervelin esquivo. El mago de cabellos blancos hizo otra bola de energía oscura en su mano y se dirigio contra Mawilin que bloqueo el ataque con un escudo de protección. Mawilin contrataco con una especie de conjuro en el que creo una mano gigante de piedra, esta intento capturar a Ervelin. Pero el mago convoco una especie de fuerte conjuro del elemento acuático que destruyo la mano.

-          Manejas los elementos y la magia como si hubieras sido criado en las mejor escuela de magia. Sin duda tuviste un buen maestro.
-          El mejor me temo…- dijo Ervelin- aun que mi poder y mi habilidad proceden más alla de las enseñanzas de mi maestro.
-          No lo dudo.- dijo escupiendo- ahora veamos si puedes contra esto

Mawilin lanzo un pequeño rayo que Ervelin rechazo rápidamente.

-          Esto es todo lo que te queda Mawilin…tu decadencia me sorprende…

Mawilin parecía exausto, como si no fuera capaz de moverse más. Ervelin ennegrecio su mano y se dispuso a intentar tocar a Mawilin robándole la energía que le quedaba. Se fue contra el mago. Pero no alcanzo a ver la leve sonrisa que se esbozaba en el rostro del mago valhaldiano.

-          Ahora eres tu, quien me subestima…
-          ¿¡Que!?

Justo en el momento en que el mago bajaba y tocaba tierra, una enorme cascada de hielo crecia del suelo, atándole los pies a la tierra. Aquel poder lo inmovilizaba y lo ataba a la tierra. Un poder de congelación, habia caído en la trampa.

-          ¿De verdad Mawilin crees poder derrotarme con poderes tan básicos? Sabes muy bien que puedo liberarme de esto.
-          Si pero nesesitaras unos minutos para ello ¿o me equivoco?

Ervelin se asusto, era cierto, su conjuro de Lux Patronus se demoraría unos dos o tres minutos en realizarse.

-          Suficiente tiempo para que haga esto…¡Cavum Tenebricosus!
-          ¡Esa técnica! Noooo…

En la mano de Mawilin se formo un agujero oscuro pequeño, luego fue creciendo, hasta volverse enorme. Mawilin empezo a reir como desquiciado. El agujero empezo a atraer todo hacia el, todo lo que en el entraba era absorbido y llevado a otro plano donde vagaría para siempre, perdido en la nada o en las líneas del crepúsculo. Cientos de piedras, armas y algunos cadáveres empezaron a ser atraídos hacia el agujero. Etheniel quien veía la pelea aun aturdida y recuperándose intento salvar a su padre. Ervelin sabia que solo era cuestión de tiempo para que el también fuera atraído al agujero. Suspiro.

-          Ervelin no…- dijo Etheniel entre lagrimas

Ervelin cerro los ojos y miro la muerte de frente, como tantas veces la habia visto, allí, juguetona, silenciosa, coqueta. El viento soplaba más fuerte. Se preparo para la funesta y ultima danza con la muerte, que empezara el vals…

Continuara...